Nada en el mundo huele igual

Diseñador gráfico, portadista, ilustrador, profesor de Historia del Arte... A alguien tan atraído por lo visual puede sorprender relativamente poco que se líe la manta a la cabeza y se plantée un libro como Papel y plástico, pero tomar una excedencia sine die en un trabajo de diseñador gráfico en una multinacional papelera ya son palabras mayores... Habrá quien pueda pensar que hay en ello un punto de temeridad y quien diga, “este hombre es un valiente que persigue darle forma a un sueño”...
Es verdad que uno hace estas cosas porque le apasionan y que pedir la excedencia fue un paso decisivo para poder terminarlo pero no me considero más valiente que cualquier autor de comic actual. Tal como está hoy lo de ganarse la vida contando y dibujando historias hace falta amar mucho la profesión para dedicarte a ella, y sin embargo, mucha gente lo hace y además lo hacen muy bien. Y generalmente los sueños hay que materializarlos mientras soportas trabajos alimenticios que te dejan frío. Hay leyendas sobre gente que trabaja de 8 a 6 y dibujan, pintan o escriben por las noches, pero no me las creo demasiado y por supuesto no es mi caso. Cuando volvía del trabajo a casa, sólo servía para cenar algo y quedarme dormido en el sofá. Así que no me quedó otra que dar el paso. Pero esto más que valentía fue una necesidad.

En todo caso, ¿qué te empuja a ponerte con el proyecto?
Soy bastante ordenado, así que necesitaba un álbum para estos recuerdos específicos y eso es lo que es Papel y plástico: Un bloc de apuntes, un diario de viaje y un álbum de fotos. Hay un fotografo llamado Peter Beard que hace unos collages increíbles y sin duda es alguien que inconscientemente he tenido presente a la hora de hacer Papel y plástico. Por otra parte hace ya tiempo que estaba deseando encontrarme con un compendio de este tipo en las librerías, pero como nadie lo hizo para que pudiera comprarlo... pues tuve que ponerme yo, je, je. En Estados Unidos se han publicado muchos libros sobre juguetes antiguos pero son, a mi juicio, excesivamente formales y demasiado específicos, cada autor se especializa en un solo tipo de juguete y lo analiza en profundidad. Yo no quería centrarme en ninguno en concreto. Guardaba buen recuerdo de todos y quería incluirlos todos.

Y eliges además un formato cercano al cuaderno de notas, con textos salidos de tu puño y letra, con tachones, barroquismo y profusión de objetos, tebeos, juguetes, chucherías por doquier.... Todo ello hace un conjunto como muy cálido, cercano, caótico...
Bueno, soy ordenado pero tampoco soy Monk. No me importa tener los trastos revueltos en una caja mientras estén en la caja. Y tenía claro que lo que más me interesaba de los recuerdos eran los adjetivos, las sensaciones, los olores, las reacciones que nos provocaron en su momento. Mucho más que la información “académica” sobre fechas de fabricación y cosas por el estilo... y pienso que la mejor forma de transmitir esto era con ese estilo desenfadado. Me quedo satisfecho si por un instante percibes al menos un poco de aquella emoción que nos embargó hace treinta años cuando vimos por primera vez un madelman al otro lado del cristal.

Algo que llama la atención, tu capacidad para provocarle al lector un violento sentimiento revival...
Lo he tenido bastante fácil, fuimos los primeros niños con TV. Nuestra generación tiene grabada en la retina todo lo que vimos en la tele: anuncios, series, canciones... las imágenes hablan por sí solas y no hace falta añadir mucho. Es sencillo mostrar una foto y dejar que la infancia te lance un helado de tres bolas directo al corazón. (desde que leí esta frase en una novela de King, he estado esperando el momento para regurgitarla :-) Aun hoy día sigo hundiendo la nariz en los tebeos recién comprados... Algunos cómics siguen oliendo igual que los de hace treinta años. No sé si la tinta huele ella sola así de bien o le ponen algo pero... como diría Robert Duvall: “Nada en el mundo huele igual”.

Un sentimiento además que se ve potenciado con un pico de oro lleno de comicidad en esos textos manuscritos que provocan de sonrisas a carcajadas... ¿Esto de escribir es una afición repentina o viene de largo?
Como hijo único he sido un lector voraz desde pequeñajo. Me gusta escribir pero nunca me había puesto demasiado en serio a hacerlo (que conste que ahora tampoco :-) A ratos me siento un poco como si me hubiera colado en la fiesta de los dibujantes y guionistas con mi álbum de fotos simpáticas bajo el brazo.

El libro salió a la venta el 2 de mayo (la víspera, el día del trabajador las tiendas evidentemente cerraban). Parece que en tu caso has podido concitar ocio o trabajo, ¿o es que el ocio se ha convertido inevitablemente en trabajo...? ¿Vives de alguna manera especial dicho binomio con componentes aparentemente excluyentes al desarrollar una propuesta de estas características?
Me encanta trabajar en casa tranquilo y si además estoy haciendo algo que disfruto, como ha sido el caso con Papel y plástico, me pueden dar las mil de la noche con la barra de Pritt en una mano y una foto en la otra. Hacer Papel y plástico ha sido una diversión más que un trabajo. Justo al contrario que cuando tienes que hacer algo por obligación. ¿A ti no te pasaba que cualquier novela triplicaba su interés en época de exámenes? Todavía recuerdo lo bien que me supo la trilogía de Tolkien durante la Evaluación Final de 8º (lo que no me supo tan bien fue todo lo que se quedó para septiembre, pero esa es otra historia...).

La repercusión en los medios de comunicación está siendo notable. Va a ser que esto de echar la vista atrás es una actitud universal en las personas...
Si, la verdad es que yo también estoy sorprendido. Creo que a todos nos gusta refugiarnos con cariño en el pasado, pero también es verdad que aquella época fue una eclosión de ideas y colores, hubo un pequeño renacimiento en España y los niños fuimos los grandes beneficiados: Jugueterías a rebosar, dibujos animados en el salón de tu casa, cromos de regalo con la comida, los Reyes Magos recogiendo cartas en el Corte Inglés...

Un dibujante de éxito comentaba hace unos días que tras leer Papel y plástico “en más de una página me ha dado un vuelco el corazón... ja, ja, ja... la hucha tortuga, me dejó muerto, ¡yo la tenía y nunca más me volví a acordar hasta verla en el libro! ¡Un libro muy emocionante, sí señor!”. ¿Habrás recibido ya todo tipo de parabienes, no?
Es una gozada leer los mails de un montón de gente diciéndote que ellos se acuerdan de tal o cual cosa y contándote cual era su preferido. Han escrito personas realmente simpáticas, me han mandado fotos de sus colecciones y están mostrando un inesperado entusiasmo que me ha pillado totalmente por sorpresa. Es una satisfacción ver que tu librito recibe tan buena acogida, así que estoy encantado, pero sobre todo agradecido. Muchos están pidiendo una segunda parte y la verdad es que con toda la información que me están enviando va a ser difícil no volver a emocionarse... :-) Sin ir más lejos ayer me enteré de que una de las componentes del grupo NINS es doctora y vive en Las Arenas, a pocos kilómetros de Bilbao.

Por cierto, se nos antoja una exponencial necesidad de saber si te han dicho algo tus primos y tu madre... ¿Lo han leído y se han reído o has detectado que más que una sonrisa ha resultado ser una mueca pelín forzada?
Je je, mi madre está encantada (aunque sigue con sus limpiezas primaverales) y respecto a los primos rapiñadores hace tiempo que no los veo y por lo que a mi respecta la situación va a prolongarse un poco más.

Por puro hobby –vamos a evitar lo de arranque friky– tal vez tengas más o menos contabilizada la gente que te ha dado esta o aquella información o te ha puesto sobre la pista de un preciado juguete, cómic, libro...
Me gustaría poder decir que conseguí la información que buscaba tras pasar varios meses de incógnito en una peligrosa secta de adoradores de los Comanboys, pero la verdad es que la cosa fue mucho más sencilla. No he tenido que tocar demasiadas puertas, he podido hacer muchas cosas a través de amigos y algún que otro coleccionista simpático. Así pude saltarme a los frikis fanático-devotos de la web y del ebay y sumergirme directamente en los submundos de la nostalgia. De todas formas en el mundillo “coleccionero” te encuentras gente de lo más variopinta. Personas tan extremadamente celosas y escrupulosas con sus posesiones que no te dejan ni toser cerca de sus objetos de culto. Pero por suerte no he tenido que vender mi alma (de momento) a cambio de “cinco minutos con tu Nancy”.

¿Algo que no has parado de buscar y se te ha resistido hasta la fecha? (puedes dar tu mail, que igual alguien se apiada de ti)
Tengo un litro de chocolate con pasas y un equipo de reanimación esperando al día en que me reencuentre con ¡¡¡LOS ANILLOS DE MATUTANO!!! (Uy qué grito). Se están empezando a convertir en una obsesión, igual que el paraca lo fue el año pasado o el cromo de la Princesa Leia hace 30. Si alguien conserva alguno que no dude en escribir a papelyplastico@yahoo.es Los chicos de Astiberri han prometido regalarle una mantelería de ganchillo... Su nombre pasará a formar parte de mi testamento vital (en cuanto casque podrá echarle mano a mi colección de lepidópteros invisibles) y además le haré protagonista de los agradecimientos más efusivos y empalagosos que se me ocurran y... muchas cosas más. :-) :-) Juro y perjuro, y si miento que el castigo sea duro.

¿Existe alguna razón concreta para haber elegido todo un clásico como el click de Famobil para la portada?
Quería una portada lo más limpia posible, en contraste con el batiburrillo interior. Y al final opté por el click por ser uno de los diseños más sencillos y minimalistas de la historia del juguete. Creo que por eso ha envejecido tan bien... (el click, no la portada).

¿Tienes alguna presentación de Papel y plástico en ciernes?
A finales de Junio, el día 26 tenemos la presentación oficial de Papel y plástico en Barcelona, en la FNAC Triangle, de Plaza Catalunya. Tendré la suerte de estar acompañado por Juanjo Sáez, de quien soy un ferviente admirador (pienso ir con mi ejemplar de Viviendo del cuento) y contaré a su vez con la presencia de Tomás Pla, director del Museu d’Historia de la Joguina de Sant Feliu de Guìxols, y sin duda una de las personas claves en la gestación de Papel y plástico. También tengo que decir que hemos recibido numerosas ofertas de Hollywood. Steven Seagal se ha mostrado muy interesado por la historia y es probable que pronto veamos Papel y plástico convertida en una superproducción repleta de acción.

Y para terminar...
¿Qué mejor que unas palabras de los disfrutadores de Papel y plástico?: José y Maite me cuentan: “Papel y Plástico nos ha cambiado la vida, somos muy felices, estamos más delgados, nos hemos encontrado a nosotros mismos, y hemos eliminado de una vez por todas esa desagradable piel de naranja que se interponía entre nosotros y nuestro destino”. No lo dudéis amigos, Papel y plástico es la solución. Llame ahora al 902 555 123 123 y reciba en su domicilio totalmente gratis su ejemplar de Papel y plástico más una fantástica manta nórdica de regalo y tres libros de Paulo Coelho de su elección. Espero que disfrutéis el libro. Amén, aleluya y manteca de cacahuete.